Los elementos estructurales de un avión están diseñados para soportar una carga o resistir un esfuerzo. En el diseño de un avión, cada centímetro cuadrado del ala y del fuselaje, cada costilla, cada larguero e incluso cada accesorio metálico debe considerarse en relación con las características físicas del material del que está hecho. Cada parte de la aeronave debe planificarse para soportar la carga que se le va a imponer. Por debajo de la Cessna 172.
Las alas de un avión pueden estar unidas al fuselaje por la parte superior, por la mitad del fuselaje o por la parte inferior. Pueden extenderse perpendicularmente al plano horizontal del fuselaje o pueden formar un ángulo hacia arriba o hacia abajo. Este ángulo se conoce como diedro del ala.
Las costillas de madera contrachapada o de listones de madera que daban el perfil del ala se apoyaban en los largueros. Los cables (cuerda de piano) se estiran en diagonal para aumentar la rigidez. El conjunto se cubría con una tela de lino o algodón y luego recubierto.
Las costillas del ala suelen fabricarse con abeto. Los tres tipos más comunes de costillas de madera son el alma de madera contrachapada, el alma de madera contrachapada aligerada y los tipos de cerchas.
En la mayoría de los aviones, el ala está formada por dos partes, un ala izquierda y un ala derecha. Cada parte está unida al fuselaje por uno o más sujetadores.
Una caja es la parte entre dos costillas, las almas del larguero y la superficie superior/intradós. Este tipo de estructura aumenta la rigidez del ala y resiste la torsión y la flexión sin aumentar el peso. A menudo se utiliza como depósito de combustible.
El fuselaje constituye el cuerpo principal de la aeronave, al que se unen las alas, el plano de cola, la aleta vertical y el motor (en el caso de un avión monomotor). En algunos diseños de aviones, los motores y el tren de aterrizaje también se unen directamente a la estructura del fuselaje.
El armazón del fuselaje tipo celosía suele estar construido con tubos de acero soldados de tal manera que todos los miembros de la celosía pueden soportar tanto cargas de tensión como de compresión.
La construcción se realiza con carcasas, conjuntos de bastidores o tabiques verticales para dar forma al fuselaje. Los elementos estructurales reforzados están situados para soportar las cargas concentradas en los puntos de fijación, como las alas, los estabilizadores, etc. La piel del fuselaje, unida a los bastidores mediante encolado, remachado o atornillado, debe soportar las cargas primarias y mantener la rigidez del fuselaje.
Diferentes partes del mismo fuselaje pueden pertenecer a ambas clases, pero la técnica del fuselaje semimonocasco es el método más utilizado. Consiste en un conjunto de marcos (o pares) dispuestos verticalmente y que dan la forma a la estructura. Estos bastidores se mantienen unidos por largueros horizontales que soportan la mayor parte de la carga. Las vigas mucho más finas que los largueros, que soportan el revestimiento, participan con los marcos en la rigidez del conjunto.
Las superficies estabilizadoras de la mayoría de los aviones están situadas en la cola y se conocen como empenaje. Normalmente comprenden las superficies horizontales del estabilizador (plano de cola) y el elevador, para la estabilidad y el control longitudinal, y las superficies verticales de la aleta y el timón para la estabilidad y el control direccional.